miércoles, 7 de diciembre de 2011

Frankenbrownies


Cuenta la leyenda que cierta viejita a finales del S XIX era famosa por sus pasteles de chocolate. Con el paso del tiempo su cerebro se fue deteriorando y la fue cagando más y más a menudo. Un día se olvidó por completo de incluir polvo de hornear en su pastel, y el resultado fue una especie de pan de chocolate denso y plano. Como lo estaba haciendo en chinga para invitados, se vio obligada a servir esa chingadera y aguantarse como las machas.
Resulta que a los invitados les encantaron los mojoncitos de chocolate, asi es que, como toda buena mujer, se tumbó la barra mintiendo descaradamente y diciendo que fue intencional. El brownie había nacido.

La receta ha cambiado con el paso de los años, incrementando el contenido de grasa y proteína y disminuyendo el contenido de harinas hasta lograr pequeños cuadros densos de pura chingonería. Sin embargo, al ser esencialmente un pastel mal hecho, se han vuelto parte integral del repertorio de todos los retrasados con horno. Es imposible cagar un brownie (bueno, casi), así es que los niños obesos de todas partes (del primer mundo) se queman sus deditos de salchicha cada tarde creando raciones de diabetes de cajita.

Yo digo que a la mierda con las cajitas. Mis ateromas no van a salir de cualquier chingadera de la prole (¿verdad, Paulina Peña?). Mis arterias se cubrirán de colesterol del caro. La hiperglicemia incrustará mi páncreas con diamantes. Si me voy, me voy con estilo
Así es que, valiendome 5 kilos de riata las grasas trans, vamos a hacer ésto con mantequilla de verdad y grasa vegetal hidrogenada. Chingue su madre.

Precalienta tu horno a 180°C y engrasa un molde para brownies.

Necesitas 8 oz (230g) de chocolate semiamargo. Derrítelo a baño maría o en el microondas en intervalos de 30 segundos, moviendo constantemente.

Un buen chocolate de repostería suele ser un lujo raro. A veces, la prole improvisa. Prefiero sustituir el chocolate sólido con polvo de cacao antes que usar chocolate culero. La razón es muy simple: yo se lo que le pongo, yo controlo las cantidades de azúcar y grasa. Así es que para lograr 230g de chocolate semiamargo, mezcla 4 cucharadas de manteca vegetal caliente (o aceite, si eres de esos hippies que se manifiestan afuera del McDonald's) con 12 cucharadas de polvo de cacao y 9 cucharadas de azúcar hasta que logres una emulsión estable. Me gusta hacerlo a mano, porque el cacao es un polvo muy fino que vuela por todos lados si lo bates con máquina.


Manteca, regalo de los dioses
Deliciosa y tibia grasa



Ya se que haciendo cuentas, nos pasamos por 6 cucharadas, pero créeme, 1 cucharada de cocoa pesa menos que una de azúcar. Al final resultan poco más de 230g de chocolate chingón. Una vez terminado, irrádialo en el microondas en intervalos de 15 segundos con una barra de mantequilla y bate hasta integrar. Déjalo enfriar un momento.


Alerta: Mini-Momento Sheldon
El Chocolate (del náhuatl Xocolatl: Agua agria, referente a la bebida ingerida por los aztecas) proviene de la semilla del árbol de Cacao (Theobroma cacao). Se cree que el nombre cacao proviene del maya kawkaw, que significa "comida de los dioses". Lo interesante es que "Theobroma" significa lo mismo en latín.

Moctezuma Xocoyotzin, el último emperador azteca antes de la Conquista, tuvo un último acto diplomático: Sirvió a Hernán Cortes un tarro de chocolate caliente. Le gustó tanto que lo incorporó a la dieta de sus tropas, y le pagó su hospitalidad erradicando casi por completo su civilización y legado (puto).
Termina el Mini-Momento Sheldon

En un tazón por separado, bate 2 huevos, 1/2 taza de azúcar y 1 cucharadita de vainilla hasta que se aligere. No debes incorporar demasiado aire, sólo bate por unos minutos. Mézclalo lentamente con el chocolate.


Ahora agrega 1/2 taza de harina y una pizca de sal y sigue batiendo hasta que parezca plastilina gabacha


Hasta aquí, todo chingón. Puedes meterlo al horno y tienes brownies en media hora... pero éso te deja al mismo nivel que cualquier pendejo. Hay que meterle FUAAA a este pedo. Necesitamos cheesecake.

Toma 1 barra de queso crema y 2 tercios de taza de crema de cacahuate. Suavízalos unos segundos en el microondas y bátelos con 2 huevos, 1/2 taza de azúcar, y 1 cucharadita de vainilla. Bate por 5 minutos, detente y agrega lentamente 2 cucharadas de harina y 2 cucharadas de crema agria. Bate por otros 5 minutos.





Para armar: Primero distribuye la plastilina de chocolate sobre el molde, luego deja caer grande cucharadas de la pasta de queso sobre ésta y regularízala con una espátula. Ponlo en el centro del horno y no lo voltées a ver por 30 a 35 minutos. La altura y presión atmosférica valen madre, porque no estamos usando leudantes. Déjalos enfriar un poco y corta en cuadros.



Dependiendo en el tamaño y forma de tu molde esta receta rinde entre 18 y 25 porciones de Chingonería Pura. Ve y pártele la madre a todas las niñas gordas y amas de casa que piensan que pueden presumir algo.



Versión para impresora:
Frankenbrownies
18 porciones

Brownies:
230 g de chocolate semiamargo (o 12 cucharadas de cocoa + 9 cucharadas de azúcar + 4 cucharadas de la grasa de tu elección)
1 barra de mantequilla
2 huevos grandes
1/2 taza de azúcar
1/2 taza de harina
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 cucharadita de sal

Cheesecake de cacahuate
1 barra de queso crema
2/3 taza de crema de cacahuate
2 huevos
1/2 taza de azúcar
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 cucharadita de sal
2 cucharadas rasas de harina
2 cucharadas generosas de crema agria
  1. Precalienta tu horno a 180°C. Engrasa un molde para brownies y cúbrelo con papel encerado si no confías en tu capacidad de desmolde.
  2. Derrite el chocolate a baño maría e incorpora una barra de mantequilla. Mantenlo por encima de los 40°C sin quemarlo
  3. Bate los huevos, azúcar, vainilla y sal en otro tazón por 2 a 5 minutos, después mézclalo lentamente con el chocolate. 
  4. Incorpora lentamente 1/2 taza de harina y haz una masa densa.
  5. Suaviza el queso crema y la crema de cacahuate y bátelos con todo. Incorpora el resto de los ingredientes y bátelos por otros 5 minutos.
  6. Extiende la masa en el molde, luego la mezcla de queso a cucharadas grandes, Regularízala con una espátula
  7. Hornea en el centro del horno por 30 minutos
  8. Deja enfriar y corta en porciones.
  9. Se chingón.
  10. Muestra algo de agradecimiento y deja un comentario, bastardo.

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